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La calesita del poder dio otra vuelta y aposentó a La Libertad Avanza en la Casa Rosada, con el amigo dilecto de Macri, Luis “Toto” Caputo, como ministro de Economía.

El país está en peligro. El triunfo de la Libertad Avanza amenaza las ya de por sí frágiles defensas que protegen la soberanía y hace planear la sombra de la represión sobre la protesta social.

Argentina encara una elección muy importante el domingo. Está en juego un crecimiento económico que podrá ser aprovechado para potenciar definitivamente al país o para desperdiciarlo en otra de las aventuras financieras de los piratas de la city.

Las elecciones de pasado domingo aportan cierta tranquilidad. El país ha reaccionado ante la amenaza supuesta por el desvarío anarco-capitalista de Javier Milei y las proposiciones exterminadoras de Patricia Bullrich.

En un mundo difícil pero sembrado de oportunidades, el país se asoma a las elecciones afligido por un desconcierto muy peligroso. La amenaza de un triunfo del bando ultraliberal es un dato que debe ser revertido.

Aunque los cerriles reaccionarios de la oposición argentina se nieguen a verlo, el mundo se mueve hacia nuevos derroteros. Preservar la pertenencia de Argentina al BRICS es una más de las razones por las que hay que votar bien en las elecciones generales.

El resultado de las PASO fue peor del esperado. Pero también debería brindar un punto de partida para una revisión en profundidad del debate ideológico y de la práctica política en la Argentina.

Finalmente UP, ex FdT, tiene su fórmula para las PASO. De cara a las elecciones generales, no está mal. Por primera vez en muchos meses se tiene la sensación de que puede ser una combinación ganadora.

Con los disturbios de Jujuy, el resentimiento de parte de la clase media y las viejas cuentas en el peronismo nunca ventiladas del todo, el país se asoma una etapa decisiva de su historia.

El Frente de Todos sigue deshojando la margarita: ¿PASO o no PASO? La historia del peronismo como clave de sus contradicciones.