La compleja negociación que se está realizando en torno a Siria es muy difícil sea otra cosa que un alto en una ruta prometida al desastre. Ojala nos equivoquemos.
Depende del voto del Congreso que mañana EE.UU. lance o no su ofensiva contra Siria. Pero, cualquiera sea el resultado, los dados están echados y más tarde o más temprano el sheriff global apretará el gatillo.
Obama ha sufrido un tropezón en su curso de colisión con Siria. Sin embargo, al revés de Saulo de Tarso, no va a ver la luz por ello. Sólo será cuestión de tiempo para que EE.UU. rearme la intervención que pende sobre ese país.
Ante la situación egipcia no caben los lugares comunes del democratismo abstracto. Es una situación caótica generada históricamente, y los dilemas que allí se plantean pasan por la lucha entre la integración y la disolución nacional
Egipto ha estallado. El gobierno retrógrado de los hermanos musulmanes ha sido arrojado del poder por la conjunción de la calle con las fuerzas armadas. ¿Hasta dónde puede llevar esto? Y, en definitiva, ¿quién apuntará los cañones?
La cumbre del G 8 en Belfast durante la presente semana demuestra que nada hay nuevo bajo el sol y que los líderes de occidente siguen empecinados en el rumbo que –ellos esperan- tendría que llevarlos al control del medio oriente.