Un cese al fuego se insinúa en el teatro de operaciones sirio, pero los factores que operan a su alrededor lo hacen difícil. La cooperación ruso-norteamericana será esencial para asegurar ese proyecto.
El delicado momento internacional está caracterizado por la imposibilidad de fijar una responsabilidad clara respecto de las violencias que ocurren. La “maldición china”.
Las tornas estarían invirtiéndose en Siria como resultado del directo involucramiento ruso en el conflicto. Esta intervención debe ser vista en el contexto de los acontecimientos mundiales de los últimos 20 años.
Entre el crecimiento tecnológico y la teoría del caos, entre la guerra en Medio Oriente y las cíclicas crisis financieras, el mundo se mantiene en un difícil equilibrio. Bastaría un empujón para precipitarlo en problemas aún mayores.